huesos vacíos. un poema

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Collage digital por km. rowe

si sólo son nuestros pulgares los que nos dan sentido
entonces, carecemos de sentido,
y si en nuestros huesos, escuchamos
la opulencia de las mentiras
que nos alimentamos
no somos mejores que el arte que hacemos

aún así, sé de un agujero en una pared
en algún lugar cerca de santo domingo
donde se canonizan las plantas
o convertidas en mártires – los católicos
construyeron aquí una fuente,
donde la lluvia es poco frecuente,
recoger el agua detrás de los muros
el sediento no se atreve a subir

si me centro en ellos
siento mi corazón en mis pulgares
una mujer pequeña apoyada en
la pared, vendiendo azucenas,
esperando la noche para florecer
diminutas flores blancas en la ladera púrpura
caminamos aquí hasta que el alba se lleva
los aleja, cavamos nuestro
pulgares en la tierra
pero no podemos sentir
lo que ellos sienten

salir de la ciudad
hacia el valle seco
hacia las ruinas de yagul
las estrellas imitan
nuestra curiosidad y
tocamos ritmos vivos
sobre nuestros huesos vacíos

inquietos como nuestros antepasados
nos autoorganizamos máquinas de selfies
tomamos la historia por asalto
superponiendo fotos de nosotros mismos
en su interior – realizando rituales para los muertos
que no pueden cuidar de nosotros
cuyas advertencias son ignoradas

la bruja nos dice que cantemos
cantamos de nada
pero nos abrazamos
todo esto sabiendo
lo que importa no es
estos huesos vacíos
pero el aliento que regalamos
unos a otros, nuestra canción
para los vivos, nuestra
poema para la médula
del día, crisálida
criaturas cristalinas

estos huesos son solo prestados
igual que los cuerpos que llevamos
con ellos

nosotros también florecemos en la noche
pero hemos sido mal guiados por las estrellas
durante demasiado tiempo al ignorar nuestro
propios pies danzantes jugando
percusión en el suelo alimentado de huesos.

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